miércoles, 4 de noviembre de 2009

¿ABUSO ADMINISTRATIVO DE LA CCSS?

Perspectiva
Columna de los miércoles en La Prensa Libre
Por Federico Malavassi

No soy saprissista. No obstante, el procedimiento administrativo de la CCSS para cerrar el estadio del “monstruo” por cinco días, únicamente para castigarlo por su reclamo de pago, me parece abusivo.

Todavía más la interpretación de que no puede hacer ninguna otra actividad comercial (se cierra y se le prohibe realizar su actividad).

Pienso en mi bufete … si me cierran y me prohiben mi actividad entonces ¿no podré atender notificaciones? ¿No podré responder los escritos dentro de los términos preceptuados? ¿No podré hablar por teléfono celular con mis clientes? ¿No podré intentar cobrar algunas facturas para vivir? ¿No podré leer los códigos ni las demandas? ¿No podré responder preguntas de mis clientes? ¿No podré ir a los tribunales a examinar expedientes? ¿No podré ir al Registro a hacer estudios? ¿No podré desde mi casa usar la Internet para comunicarme? ¿No podré pensar …?

Y si fuera un médico … ¿no podrá guiarse por el juramento hipocrático? ¿Deberá decirle al moribundo que está en “cierre de establecimiento”? ¿No podrá recetar? ¿Ni siquiera tomarle la presión a algún hipertenso?

¿Qué se supone que debe hacer la víctima de tan ejemplarizante castigo? ¿Incumplir sus otros deberes? ¿Invocar la “fuerza mayor”? ¿Pedir comprensión a las entidades y personas con quien tiene relación (que Cartago y la LDA no jueguen, que los árbitros no piten, que los aficionados no sufran, que los clientes no lleguen, que los jueces no resuelven o que otorguen plazos extendidos, que los pacientes no se enfermen)?

Algunos concesionarios de puestos en el Estado que venden comidas y otras cosas también vieron secuestrados sus bienes (hay grandes pérdidas en comidas descompuestas) ¿acaso no son terceros de buena fe? ¿Le deberán cobrar al “monstruo” o a la CCSS? ¿De eso se trata esta exorbitante medida?

Recuérdese que es sin orden de juez, mera discrecionalidad administrativa (arbitrio puro). Aún más, no se trata de embargar, ni de quedarse con la taquilla, solo de castigar (sin resolución de juez modulando la pena). Luego se intentará cobrar el principal, los intereses y las multas (otro castigo). A mí me parece demasía, bis in ídem y exageración. Una prerrogativa exorbitante de derecho común absolutamente desproporcionada y de posibilidad arbitraria.

Ahora se la aplican al “monstruo”, afectando también a la contraparte (LDA) y de paso a la Selección Nacional. Pero todos tendremos que poner la barba en remojo.

He visto muchas veces a patronos correr el viernes, empeñar algo o vender algo para pagar los salarios (apenas les alcanza) y sufrir mucho para entregar el dinero a sus empleados. Tal vez en el sector público la gente no entiende …

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Excelente!
José Joaquín Fernández