miércoles, 25 de marzo de 2009

“ …EMPLEADOS DE TERCER NIVEL DE LA CONTRALORÍA…”

Perspectiva
Columna de los miércoles en La Prensa Libre
Por Federico Malavassi

Algunas veces doña prudencia me dice “machete estate en tu vaina”, pero ésta no la puedo dejar pasar.

Recuerdo que cuando capturaron a Bambam (ligado a los robacarros), él se lamentaba de que lo hubiese pescado la policía municipal. ¡Sí, así como suena!

Quien sabe quién quería que lo pescara (INTERPOL, OIJ, FBI o váyase a saber).

Ahora, nada menos que el Presidente de la Asamblea Legislativa, el primer poder de la República, en sus argumentos para cambiar la Constitución Política, introduce la queja-argumento de que al Ministro de la Presidencia “se le quiere someter a juicio por parte de unos empleados de tercer nivel de la Contraloría General de la República…” Y, entonces, que eso es síntoma de que “que algo anda mal en el sistema jurídico costarricense”.

Así fue dicho en reciente actividad que para celebrar (supuestamente) los 60 años de la actual Constitución, daba espacio a quienes propugnan por una nueva Constitución.

La cita se presta para muchas cuestiones. Puede uno hacer un análisis psicológico, sociológico y una lista más de temas.

El contexto, supongo, es la cacareada doctrina de la gobernabilidad y los supuestos obstáculos que nuestro Derecho Constitucional planta a tan encomiable propósito.

Recordemos que de conformidad con la misma Constitución (artículo 11): “Los funcionarios públicos son simples depositarios de la autoridad. Están obligados a cumplir los deberes que la ley les impone y no pueden arrogarse facultades no concedidas en ella. Deben prestar juramento de observar y cumplir esta Constitución y las leyes. La acción para exigirles la responsabilidad penal por sus actos es pública.”

Asimismo, que la Contraloría General de la República es un órgano auxiliar de la Asamblea Legislativa y está para vigilar la Hacienda Pública (artículo 183).

Hemos de sumar a la citas el concepto actual (Constitucional) de gobierno, el cual de conformidad con el artículo 9 lo ejercen el Pueblo y los tradicionales tres poderes (Legislativo, Ejecutivo y Judicial), que entre sus características tiene la de “responsabilidad”.

Entonces me pregunto: ¿No quieren que se vigile la Hacienda Pública? ¿No quieren que la acción para exigir responsabilidad sea pública? ¿No quieren que el Pueblo forme parte del gobierno? ¿O será que no entienden que el Poder Ejecutivo es apenas una parte del Gobierno?

Negarse a cualquier punto de estos es negar el Estado de Derecho. ¿Cómo será la Constitución que quieren?

miércoles, 18 de marzo de 2009

COSTA RICA: ¿TIERRA DE MISIÓN?

Perspectiva
Columna de los miércoles en La Prensa Libre

Por Federico Malavassi

Muchas sociedades caen por no percatarse de que su propia construcción es una labor permanente. Dicho de otro modo, nunca hay que dormirse en los laureles. Los principios, los valores o las virtudes no tienen vida independiente de las personas. Las sociedades se renuevan todos los días y deben irse haciendo permanentemente. Cuando la gente cree que ha alcanzado metas importantes, corre el riesgo de perderlo todo por no percatarse de un asunto elemental: todos los días nacen nuevas criaturas, todos los días mueren personas sabias y entendidas. Entre el conocimiento que se pierde y la instrucción que no alcanza, hay grave riesgo de perder lo que se ha obtenido.

Así pues, los costarricenses tenemos la mala costumbre de llenarnos de orgullo con metas obtenidas y desarrollo logrado, sin percatarnos que tan importante como llegar es lograr mantenerse, seguir avanzando y hacerlo integralmente.

En las pasadas vacaciones de fin de año, en Guanacaste, me sorprendió muchísimo encontrarme a un sacerdote mexicano haciendo misión en nuestras tierras. ¡Así como suena: haciendo misión en Costa Rica! Lo conocimos oficiando la misa del Domingo 28 de diciembre en San Miguel: entusiasmo, buen verbo y mensaje directo.

No tenemos sacerdotes suficientes para atender a nuestros fieles, por ello un sacerdote mexicano, el presbítero Silviano Serralde, apareció en las calientes tierras de San Francisco Coyote para oficiar misas, construir templos, levantar obras parroquiales, catequizar, presidir la celebración de sacramentos e impulsar el rezo del Rosario.

Me sorprendió percatarme de que un pueblo supuestamente católico no produce suficientes sacerdotes para sus necesidades. Me sorprendió enterarme de que somos tierra de misión. Me sorprendió la labor del padre Silviano Serralde y sus acompañantes: lucen muy perseverante, laboriosos, ilusionados y llenos de fe.

Resulta que don Miguel Cortés organiza todos los años unas fiestas en San Miguel. Pretende que se inicien con una buena celebración litúrgica y algunos nos sumamos al esfuerzo suyo y de sus vecinos. Organizamos un coro con tía Ceci, tío Toño, Mayela, Lilly, Agustín, mi hermano Humberto (saxofón), Rocío, Metillos, mi hijo Fabris y otros excursionistas más, que gozamos la hospitalidad de Tío Miguel (Corrales). Alguna vez el sacerdote no pudo llegar (desde Carmona), por dolencia: tuvimos que improvisar … Pero esta vez fue algo especial, vino el obispo de San Carlos (antiguo párroco), excompañeros de seminario de Miguel Cortés, varios sacerdotes amigos y el misionero padre Silviano. ¡Cómo cambió todo! Al finalizar la celebración hubo reto de cantantes: el obispo Oswaldo Brenes y el mexicano Silviano Serralde entonaron Luna Liberiana y El Rey (y el Coro, Humberto y yo improvisando y acompañando). Nueva energía y más posibilidades … inolvidable.

De previo a la misa de Año Nuevo, encontramos al padre Serralde rezando el Rosario en la Ermita de Pueblo Nuevo con algunos vecinos (tuve que picar a Humberto para que los acompañáramos con un canto a la Virgen). Ya vimos que la misión va dando frutos.

¡Que Dios le ayude al padre Silviano y sus acompañantes de misión! Que puedan terminar las obras para que se erija la parroquia, que los vecinos sean generosos en su tiempo y esfuerzo. Que nos llene de entusiasmo para que los costarricenses nos constituyamos en misioneros y no sigamos siendo tierra de misión.

miércoles, 11 de marzo de 2009

CRISIS: ¿OPORTUNIDAD PARA QUIEN?

Perspectiva
Columna de los miércoles en La Prensa Libre
Por Federico Malavassi

Cuando se estudian las crisis económicas, queda claro que las acciones gubernamentales pueden agravarlas, evadirlas, postergarlas, incubarlas, paliarlas o ayudar a salir de ellas.

El análisis serio de lo que se ha hecho cuando aparece una crisis, evidencia cuán mal pueden resultar algunas acciones gubernamentales.

Por otra parte, es elemental entender que si quienes proponen las acciones públicas no saben cuáles son las causas de las crisis, entonces fácilmente propondrán acciones inconsistentes o incoherentes.

Algunos han atribuido la crisis actual a fantasmas inexistentes. Otros aprovechan para despotricar contra gobiernos, políticos o ideas. Muchos andan perdidos. Por ahí, algunos han dicho que es el fin del capitalismo, otros se han peleado con lo que llaman “neoliberalismo”, unos dicen que la culpable es la globalización y no faltan quienes la han tomado contra la economía de mercado.

Ciertamente, la crisis actual se inició en una parte del sistema financiero de los Estados Unidos. De allí se extendió a prácticamente toda la economía y todo el mundo. ¿Cuáles consecuencias se pueden extraer de ello? Las elementales: la importancia del sistema financiero en la economía y la importancia de los Estados Unidos en el mundo.

¿Fue una crisis originada en la libertad de mercado y en la esencia del capitalismo? Pues no. El sistema financiero de los E.U.A. estaba y está regulado, muy regulado (reglas y supervisión). Incluso, más bien es evidente que oficialmente había un estímulo a los créditos hipotecarios para vivienda (hay que recordar el tema de los créditos “ninja”: No income, No Job or Assets), créditos que contribuyeron a formar la burbuja que para muchos ha sido el detonante de esta crisis.

¿Globalización? Sí y no. La integración mundial fomenta la comunicabilidad y la interdependencia. Es posible que el crecimiento económico derivado de la integración económica se vea muy afectado por la crisis. Pero sin tal comunicabilidad o globalización no se había dado tal crecimiento económico.

Si se emprenden acciones de gran importancia y peso para enfrentar la crisis y se deducen de un mal análisis (diagnóstico), es muy posible que los resultados sean perjudiciales (apagar un incendio con gasolina).

Otra grave posibilidad es la de que se tomen acciones pública pero para que sea el gobierno quien intente capear el temporal. O sea, pensando en la suerte del equipo o partido del gobierno y no en la sociedad.

Así, por ejemplo, podría endeudarse el Estado, aumentarse el gasto público, iniciarse la construcción de algunas obras y dejar para quien venga atrás no solo el oneroso pago de la deuda y el creciente gasto público, sino la ingrata tarea de tomar las correcciones del rumbo administrativo y las medidas para enfrentar la crisis.
O sea, que según la bondad y corrección del diagnóstico y las medidas tomadas, algunas acciones podrían ser un escudo para el equipo de gobierno … no para el pueblo.

miércoles, 4 de marzo de 2009

COOPEGUARO

Perspectiva
Columna de los miércoles en La Prensa Libre
Por Federico Malavassi

Con ese nombre bautizó la gente el “affaire” del grupo de dirigentes y políticos relacionados con una cantina y una cooperativa autogestionaria.

Quizás el caso despertó mucho interés por la relación: un grupo de dirigentes (incluyendo diputados y ex) del PLN con una cantina en cooperativa autogestionaria.

Sin embargo, no parece ser el caso más grande ni el de contenido más interesante.

Por ley hay que pasar al cooperativismo un porcentaje (10%) de la ganancia de los bancos estatales. Hace como un año, don Carlos Fernández, Gerente entonces del BCR llamaba la atención sobre el hecho de que la Banca estatal había transferido (subsidiado) a las cooperativas con la suma de 7,600 (siete mil seiscientos) millones de colones.

La organización cooperativa lo ve como una “redistribución solidaria de las utilidades de la banca”. El tema es que sumas similares o equivalentes se giran año tras año. ¿Dónde están?

No dudo que me contestarán que tales fondos están “democratizando el crédito”, “democratizando la propiedad”, “redistribuyendo solidaridad” y unos cuantos eufemismos más. ¿Desaparecidos? ¿Redistribuidos? ¿Por quién?

Con que facilidad unos encuentran organización cooperativa, crédito y negocio (¡autogestionario!) y cuánta dificultad tienen otros para salir adelante. Es de suponer que algunos tendrán problemas para traspasar negocios, patentes, uso de suelo, estudio de impacto ambiental en tanto que otros … crédito y abundancia.

¿Con cuántos miles de millones de colones se ha estado subsidiando la gestión cooperativa? No hay pago de renta y hay subsidio. ¡Claro que se puede usar la organización para fomentar diputaciones … las cuales, luego, no tendrán interés en investigar el uso de fondos … ni cuestionar las transferencias … ni nada de lo que sucede.

Don Alberto Cañas ha estado discrepando con don Fernando Díez acerca de cómo incorporar el vocablo con que se conoce en los países nórdicos el témpano de hielo (que si iceberg, que aiceberg, que si …). Se dice que un “iceberg” solo muestra por encima del mar una treceava parte de su tamaño (o sea, que hay doce partes que no se ven: la mayor parte del volumen, por mucho). Estoy seguro que este asunto del subsidio al cooperativismo es como un “iceberg”: lo que ha aparecido es menos de 1/13 del volumen del asunto.

Recuerdo que en la Comisión del Paquete Tributario los dirigentes de este movimiento pactaron echarle los impuestos a los demás. El paquete contenía unas “reformitas” que algunos dirigentes querían (y no tenían nada que ver con el paquete …).