miércoles, 16 de julio de 2008

DON OSCAR: LO BUENO, LO MALO Y LO FEO

Perspectiva
Columna de los miércoles en La Prensa Libre
Por Federico Malavassi

De los sucesos gubernamentales de la última semana, debemos destacar lo bueno, lo malo y lo feo.

Lo bueno:Que el presidente Arias haya decidido cumplir el precepto contenido en el texto constitucional del artículo 135 y su recta y acostumbrada interpretación. Al menos para su próximo viaje, anunció que sí va cumplir con su obligación de llamar a la Vicepresidenta para que le reemplace en su ausencia.

No parecía correcto ni prudente, en el estado actual de cosas, buscarse un pleito más. Menos si detrás de ello hay un tema electoral complicado, una interpretación constitucional rebuscada y un incumplimiento obvio.

Implicaría una soberbia inaceptable, al estilo de Luis XIV, y considerarse por encima de los demás, de sus leyes y su Constitución, de su interpretación y de sus tradiciones. ¿Solo para allanar el camino de su momentáneo deseo de sucesión presidencial? ¡Qué dicha que va rectificando!

Lo malo:Los pagos del BCIE evidencian algo grave y penoso: el desgobierno de Abel Pacheco. ¿Por qué aparecen recibiendo jugosos honorarios algunos de sus cercanos colaboradores como Lineth Saborío, Pablo Ureña y Mario Redondo? ¿Se trata de una demostración de continuidad? ¿O será más bien lo mismo, pero al revés? O sea, que más bien Óscar Arias había logrado empezar su gestión desde el desgobierno anterior. Ello explicaría mucho … Explicaría por qué Mario Redondo visitaba públicamente a Óscar Arias llevándole como ofrenda el infame paquetón fiscal. En realidad andaba tras lo suyo y haciendo un programa ajeno … Evidenciaría que, al no haber proyecto Pacheco, entonces Arias logró imponer sus tesis tributarias y haría salir a la luz quiénes le hacían el cachete. Explicaría cómo y por qué algunos de los pleitos de Pacheco eran en realidad pleitos de Arias y quiénes se los llevaban. Además de dejar mal parados a algunos (no decían verdad, no defendían al PUSC ni sus tesis y traicionaban a sus colegas), señalaría a Arias como el verdadero responsable del atraso en la tramitación del TLC, con todas las consecuencias (que son muchas, incluyendo a los obsecuentes empresarios que toleraron tales desparpajos y las ulteriores irregularidades).

Asimismo, sería la explicación de tantas calenturas pasadas y sufridas, desde la Cámara de Comercio hasta conspicuos columnistas.

Lo feo:Sin lugar a dudas, la “zumbagogia”. Acordeón, demagogia y dinero para unos, pero los problemas de vivienda siguen si resolverse. ¿Será que el negocio es no resolverlo? ¿Sería como matar a la gallina de los huevos de oro? Qué feo, tantos millones perdidos en engrosar algunos bolsillos en tanto los problemas se agudizan y la comparsa mete bulla. Sin palabras… y eso que las investigaciones apenas comienzan.

No hay comentarios: