miércoles, 18 de junio de 2008

PARADOJAS INACEPTABLES

Perspectiva
Columna de los miércoles en La Prensa Libre
Por Federico Malavassi

Aunque no parezca, algunos se comportan como fascistas. No lo digo por ofender, ni por calificar actos de prepotencia y autoritarismo (que sí los hay). Se trata de poner las cosas en su lugar.

Algunos creen que solo lo público o estatal es bueno.

En nuestro país, las universidades públicas tienen un presupuesto garantizado constitucionalmente. Gozan de autonomía, por un precepto constitucional que incluso ha llevado a sostener con éxito la tesis de que ni siquiera la ley puede introducir regulaciones en algunos de sus ámbitos. No están sujetas a la inspección del Estado. Cuando juzgan que sus programas están atrasados, simplemente (trámites internos) introducen las reformas que corresponden y ¡adelante con los faroles!En cambio las universidades privadas sufren verdaderos martirios. La burocracia y el mal uso ha convertido la libertad de enseñanza (un derecho, una libertad pública) en una conducta sujeta a autorización (aunque extrañamente utilizan la palabra aprobación).
Sus tarifas, sus programas, sus carreras, sus profesores y su existencia deben ser autorizados. Sin esas autorizaciones no puede enseñar.

Para hacer más grotesca la paradoja, en el seno del Conesup tiene un asiento un representante de las universidades públicas. ¿Por qué? ¿Porque algunos creen que lo público es bueno y particular es malo? Resulta un verdadero ridículo: las universidades privadas no pueden ir a la velocidad de la sociedad sino a la velocidad de la tortuga pública más lenta. Sus programas no pueden ser remozados conforme lo exige la sociedad, sino que deberán solicitar autorizaciones, que serán consultadas con las universidades públicas y con otros organismos públicos. Mientras tanto, ¡cuidado con aplicarlo!La sociedad y algunos sectores públicos piden a las universidades privadas cambios y actualizaciones constantes (por ejemplo, de carreras para responder a las necesidades de las empresas, programas para incorporar las novedades y descubrimientos, ofertas académicas que satisfagan los tiempos actuales). Sin embargo, la libertad de enseñanza se ahoga en trámites burocráticos y consultas. Es prohibido adelantar a la tortuga.

No todas las universidades públicas tienen trabajo social, pero la ley sí lo exige a todos los estudiantes de las universidades privadas (a quienes el Estado no paga sus estudios). Un reglamento (no ley ni norma superior) ha exige que tal trabajo debe hacerse en actividad atinente a la carrera que se estudia (se enredaron con la pasantía). La lista causaría estupor.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Definitivamente el refrán "pagan justos por pecadores", se aplica en este caso. Si bien algunas instituciones privadas han cometido errores en el pasado, la gran mayoría que trabajamos con calidad académica, nos vemos obligados a caminar a un ritmo que no es el que el mercado requiere y el que nuestros clientes necesitan. Es importante continuar haciendo conciencia que no podemos seguir con más de lo mismo....si queremos posicionarnos en el mercado y dar a la sociedad la calidad de profesionales que ésta requiere y que las estatales no pueden "abarcar".

Buen día

Patricia Arias Montero
Directora de Investigación y Desarrollo
Universidad Metropolitana Castro Carazo

Anónimo dijo...

Que raro los libertarios atacando a la universidades públicas.

Albertvs dijo...

Tanto las universidades privadas como las públicas tienen sus ventajas y desventajas.
Lo mejor sería que cada ámbito de acción pueda manejar sus problemas y buscar sus soluciones. Las universidades privadas tienen la ventaja de que pueden efectivamente reaccionar más rápido y decididamente ante los cambios que se requieran. Todo esto debería redundar obviamente en que las personas puedan decidir y optar por lo que mejor les convenga.
Actualmente, creo que de hecho las universidades públicas son más difíciles de acceder para muchos estudiantes que las privadas.

Anónimo dijo...

Felipe, no es un ataque a las Universidades públicas, es una mera comparación.
Lo que pasa es que deja muchas cosas en claro y, por supuesto, algunos se ponen a la defensiva.

Federico Malavassi

Felipe dijo...

(Aclaro que soy otro Felipe que el que comentó anteriormente)

Me parece que en Costa Rica se necesita una universidad privada que contrarreste el adoctrinamiento a los que la mayoría de los estudiantes son sometidos en las universidades públicas. Por ejemplo, los cursos de Generales en la UCR se han vuelto cursos de formación de marxistas y socialdemócratas. Me parece que hace falta un espacio educativo en donde se enseñe también tomando en cuenta las libertades individuales (¡que también están en la Constitución Política!) Algo como la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala sería ideal. Pero con tantas trabas para la educación privada no me sorprende que un proyecto así sea difícil de realizar.