miércoles, 9 de enero de 2008

2008

Perspectiva
Columna de los miércoles en La Prensa Libre
Por Federico Malavassi

Este año es bisiesto, par y el previo a una campaña política.Podría ser el año más importante en la acción gubernamental. Superado el tema del TLC y siendo el año previo a campaña, podría ser el año útil, el año de trabajo político.

Pero también podría ser el año perdido.Sin embargo, primero habrá que ver cuánto avanza la Asamblea Legislativa en la aprobación de las normas comprometidas para la aplicación del TLC.Asimismo, habrá que ver cuánta sangre se derramará en el proceso. Es decir, qué pasará con las alianzas hechas, con los enfrentamientos, con el juicio de constitucionalidad sobre las normas y los procesos de aprobación y cuál será el desgaste político.

Igualmente, habrá que ver cómo culmina el proceso de certificación en cuanto al TLC. Todo ello será esencial.Los diputados y las fracciones han tenido un inmenso desgaste por razón del proceso del TLC. Por culpa de Abel Pacheco, no se tramitó en tiempo oportuno ni en condiciones apropiadas. Por ello ha habido que lidiar con el tiempo, con situaciones que en otras condiciones no hubiesen importado nada.

Todo ello tiene implicaciones y responsabilidades. Finalmente, la resolución del TSE aceptando la posibilidad del referéndum cambió todo el panorama político, pero no dejó relevada a la Asamblea de sus funciones. Todo ello ha significado jornadas extenuantes, una agenda legislativa anormal, una presión asfixiante, una tensión fuerte, forzamiento de los procedimientos y un ambiente más bien de caldera.Esas cosas revientan tarde o temprano. No sería raro que influya negativamente en el ánimo legislativo todo lo que ha pasado. Las estructuras de las fracciones y los partidos han sufrido mucho y todo tendrá consecuencias.

Circula el rumor de que los anti TLC quieren convocar otro referéndum para derogar el TLC. ¿Lo lograrán? Será el año de las reformas a la ley de Tránsito. Como en oportunidades anteriores, se confabulan agencias de publicidad y ciertos intereses calle de prohibiciones. Unos quieren reventar el monopolio de Riteve y ahora es claro que otros quieren consolidarlo. Ojalá estemos a la puerta de un buen debate legislativo, largo, sin presiones, sin demagogias, con profundidad. Lo peor es que algunos columnistas cortesanos influyan en el ánimo legislativo y los presionen para que aprueben la propuesta sin deliberar, sin debatir y sin investigar.

Ya ha quedado claro que sobran consultorías y faltan acciones. Ya ha quedado claro que no aparece el contrato de Riteve y el MOPT no quiere los estudios del Laboratorio de la UCR. ¿Será por eso que lanzan cortinas de humo? Brindo por un buen debate. Querría oír las razones de los diputados, sus argumentos y estudios, análisis basados en información y no en demagogia. El dolor de las personas no legitima sus pretensiones legislativas y políticas. Más bien todo lo contrario… no es un buen ánimo para legislar.

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