miércoles, 28 de noviembre de 2007

IMPORTANTE MOMENTO

Perspectiva
Columna de los miércoles en La Prensa Libre
Por Federico Malavassi

El fin de semana pasado se marcó un hito en nuestro país. Dentro del precongreso médico nacional, se impartió un curso “hands on” de cirugía bariática.

En lo esencial, se trata de la promoción organizada y capacitación de la cirugía laparoscópica y procedmientos mínimamente invasivos, a través de una alianza entre Olympus (Grupo Euro Ciencia), Covidien (Tyco) y la Universidad Autónoma de Centro América (UACA).

La jornada implicó uso de los medios tecnológicos más actuales, transmisión en tiempo real de las intervenciones, registro total de las actividades, transmisión de tecnología, inversión generosa y la bases inequívocas para que en nuestro país se consolide un centro internacional de entrenamiento, investigación y difusión de las técnicas laparoscópicas y mínimamente invasivas.

Fue la primera actividad del Cielta (Centro de Investigación y Entrenamiento en Laparoscopia y Técnicas Afines), recién establecido como órgano de la indicada Universidad.

De lo que se trata es de entrenar a los cirujanos y residentes de cirugía nacionales y latinoamericanos, en nuestro propio país y con la mejor tecnología e instrumental, en la laparoscopia y técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas.La endoscopia tiene como objetivo utilizar los orificios naturales para la visualización y estudio de estructuras internas, como por ejemplo estómago, duodeno o colon.

La laparoscopia, en lo elemental, procura que la intervención quirúrgica y estudios se hagan a través de unos muy pocos orificios, pequeños, a través de los cuales se introducen cámara, pinzas y otros instrumentos (además del gas para inflar y tener vista y espacio). Estas técnicas son, repito, menos invasivas, menos contaminantes, menos “traumatizantes” y comprometedoras. Hay menos riesgos, sirven en sus partes para hacer exploraciones y otras observaciones.

El resultado es halagüeño para los pacientes. Menos tiempo, menos invasión y, por ende, menos daño y riesgos. Además, la ocupación hospitalaria baja significativamente, la reintegración a las actividades se lleva a cabo más pronto porque, por supuesto, hay menor período de convalecencia.Temas que para algunos son importantes y para otros no, como por ejemplo, la cicatrización y sangrado, se superan con creces mediante estas técnicas.

A mí me entusiasma pensar que, aunque algunas autoridades de universidades públicas desperdician el tiempo y recursos luchando contra el progreso, las universidades privadas ofrecen una opción real para acometer los temas importantes en transferencia de tecnología, agiornamiento, investigación y coordinación con la empresa privada.

Se trata de tener visión de futuro, sacrificio y vocación de servicio. Lograrlo sin presupuestos públicos, sin riesgo y con economías privadas es más difícil, pero mucho más meritorio.

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