lunes, 26 de noviembre de 2007

A PROPÓSITO DE ALIANZAS POLÍTICAS


Por Rodolfo Cerdas
Periódico La Nación 25.nov.07

Ya comenzó el corre-corre para las elecciones del 2010, pero en el peor contexto. Sin ocuparse de la crisis de los partidos y su liderazgo, parte de la clase política no entiende el giro dado con la apertura, el antiestatismo y la liberalización, ni que el TLC era la piedra de toque que culminaba un nuevo modelo de desarrollo económico.

Se trata, entonces, de una metamorfosis que plantea cuestiones nuevas y sustantivas, que, sin embargo, no han merecido la menor atención de nuestros dirigentes. De allí que la precocidad electoral aparezca como un nuevo divorcio entre la política y la realidad, vaya contracorriente y ocasione lo contrario de lo que busca.

Detrás del TLC y sus leyes, que ahora Comercio Exterior dice que son catorce y no trece, y tal vez mañana –¿por qué no?– quince o veinte, hay conflictos que trascienden lo electoral y se cuestionan el impacto del TLC, la crisis de los partidos y del Poder Legislativo, etc. Este, por ejemplo, se ha venido reestructurando a brincos y a saltos, como si fuera una pulpería: por ocurrencias y resoluciones casuísticas, sin que nadie se alarme ni diga nada.

Las frustradas alianzas de don Otto Guevara con todo el que podía –aunque, por lo visto, en realidad con nadie– son muy reveladoras: todos, salvo el señor Toledo, lo han desmentido; el PUN dijo “no”; y su vicepresidente, don Federico Malavassi, se le opuso públicamente, para cristiana alegría de doña Evita Arguedas.

En el PLN, don Chico Morales oyó los claros clarines de los santos padres llamándolo al combate: don Pepe, Oduber, Orlich, Rodrigo Facio y el padre Núñez –don Luis Alberto Monge es hoy mala palabra–. ¿Le habrán pedido recuperar su vieja ideología que hoy, bajo don Óscar, ya no encubre el hurto ideológico hecho a los neoliberales, o cerrar el chinamo socialdemócrata?

Le sigue don Fernando Zumbado, al que la teja de la aspiración electoral se le corrió con originalidad: con acordeón, cante jondo y amanecida en un tugurio. Don Antonio Álvarez, con un dedo en el Banhvi y otro en Planificación, ensaya su amplio repertorio ranchero: “Volver, Volver”, “Si nos dejan” y, especial para don Óscar, “Perdón” y “El día que me quieras”. Y, por último, está don Johnny Araya.

Donde el muerto sigue cada vez más frío es en la ciudadanía. Si en el Latinobarómetro la mayoría se declara por la democracia, también repudia el funcionamiento real de partidos y líderes, que no entienden por qué dirigentes, partidos y hasta el régimen político padecen una grave crisis de credibilidad.

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