miércoles, 27 de enero de 2010

¿ES DAÑINO VER TV?

Perspectiva
Columna de los miércoles en La Prensa Libre
Por Federico Malavassi


Ví el título por encima (“Ver TV por muchas horas podría acortar la vida”) y me impresionó. Iba apurado y dejé la lectura para luego.

Mientras tanto, mi cerebro se disparó y empezó a especular sobre el contenido de la noticia. ¡Claro! Si es que uno termina por vivir muchas vidas y situaciones … debe causar mucha angustia coleccionar dramas y traiciones por montones … quizás es por recibir tal bombardeo de angustias … ¿será que era cierto que la pantalla emite radiaciones y termina el televidente ciego, contaminado o afectado en sus órganos vitales?

Algunas veces, mi esposa prefiere no ver, no seguir con alguna acción y cambiar de canal. Dice que no tiene porqué someterse a la tensión que le causan algunas películas. Sí, tal vez era eso. Estar descargue y descargue adrenalina sin siquiera tener cómo resolver las cosas.

Otras veces, ella me regaña por mi acelerado “zapping”, “zapeo” o brincadera entre canal y canal. ¡Claro! Es posible que estar viendo a la vez tanta serie, noticia y encuentros deportivos termine por matarlo a uno. Dice que a ella la confunde mi brincadera y se le enredan los partidos, los personajes y la información. No sabe quién metió gol, porqué los equipos cambian de color, porqué los boxeadores aparecen jugando básquet o si el que se murió era el malo o el bueno, menos aún la causa de algún conflicto si la comedia romántica que veíamos se le convirtió en una persecución entre pistoleros. Por supuesto –pensé-, que eso debe ser malo, acorta la vida, lo deja a uno confundido y lleno de toxinas.

Recordé entonces que, hacía tiempo, había aparecido la información de que en Japón se impulsaba que las familias apagaran la TV por lo menos una hora a la semana para que los hijos y los padres conversaran y se conocieran. ¿Estaría por allí la causas del daño a la salud?

Luego pude la leer la noticia y ¡era otra cosa! El problema era pasar horas sentado y en sedentarismo. Eso afecta la circulación y la salud. Se me derrumbó la construcción de causas y reflexiones.

Es lo mismo que con la adicción a los videogames, a la lectura, a la Internet (en sus modalidades de chateo, investigación, pornografía, juegos o repaso de correos) o a cualesquiera otras actividades que lo tengan a uno sentado, inmóvil y postrado durante muchas horas, aunque se trate de trabajo, estudio, construcción de programas o simple mecanografía.

La pobre TV no tiene la culpa. La culpa es de la silla, el sillón, el sofá o la banca (igual que los largos vuelos internacionales, la falta de ejercicio o la mala posición del oficinista).

Solución: moverse más, sentarse bien, poner bien las piernas, levantarse de vez en cuando, hacer ejercicio, no comer mucho, caminar, estirar la espalda y hacer ejercicios para las manos, estar más pendiente de la esposa que de la TV, no hacer tanto “zapping” sino aprovechar los comerciales o pausas para tomar agua, levantarse o estirarse.

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