miércoles, 21 de octubre de 2009

¡QUÉ AVIONETAZO!

Perspectiva
Columna de los miércoles en La Prensa Libre

Por Federico Malavassi

Pues sí, por andar alardeando que llegaría a la Asamblea Cantonal del PLN, la diputada se expuso al público escarnio.

Lo que sucede es que, como se dice, los del otro partido se llaman “adversarios” y los del propio se llaman “enemigos”. Es que hacerle la jugada a los del propio partido resultó imperdonable.

Y así, entonces, su propio Partido y hasta las autoridades del Poder Ejecutivo han aceptado la gravedad del hecho y se han sacudido la cercanía de la otrora popular diputada.

Dicen que el pasaje, en alguna de las nuevas líneas aéreas de servicio interno, tenía el precio de doce dólares (como siete mil pesos). Dicen que la diputada tenía acceso a carro público … pero quizás no pensó que la pescaran y que serviría de escarmiento.

Es que el Ministerio de Seguridad, que no pudo coordinar traer la droga capturada en Golfito (circunstancia que facilitó el robo de la cocaína en un Juzgado), ahora sí fue preciso y exacto para transportar la ¡¿urgente?! carga política. ¡Qué contradicciones!

Obviamente, da la impresión de que son más importantes ciertos favores que la función pública.

Feo todo el asunto: la angurria diputadil, el abuso de los bienes públicos, el enredo electoral (que podría tener profundas raíces en el ámbito municipal liberiano) y hasta el obligado examen que habrá que hacer a los temas de la diputada. No obstante, esperamos que el TSE, que ha acogido la denuncia, sea ejemplar.

Sin embargo, queda la extrañeza de tanto escándalo por una avioneta y tan poco por un aeropuerto (¿o ahora son dos?) y una carretera (¿o ahora le han salido nuevas ramas?). ¿Será que entendemos muy bien los pequeños abusos y nos asustamos ante los grandes latrocinios? ¿Será que reaccionamos con rapidez cuando hay diputados de por medio y no sabemos hacerlo cuando se nos atraviesa la “institucionalidad”?

Tal vez el asunto es que la diputada se le metió al tren de su propio partido. En casa no se pueden esconder las cosas y los “enemigos son de verdad”.

Triste y lamentable, pero lo importante es sacar lección, obtener ejemplo y enseñanza y ver que sí funcione el Código Electoral. Que no pase como cuando se denunció el tema de las platas que en la campaña electoral el exPresidente Pacheco recibió y movió, que al final se fue en puras aguas tibias y miedos. ¡Pura obsecuencia! Esperamos que ahora sí haya justicia y sanción.

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