miércoles, 19 de agosto de 2009

Perspectiva
Columna de los miércoles en La Prensa Libre

Por Federico Malavassi

El pasado 12 de agosto, por iniciativa de la Facultad de Arquitectura de la UACA, se celebró una mesa redonda bajo el nombre de “La Red Vial de Costa Rica”. Me solicitaron hacer de moderador.

Se inició a las 7 de la noche y se estimaba que su desarrollo se prolongaría más allá del partido de la Selección. Estuvo tan impresionante y profunda que no sentí para nada haberme perdido el partido. No obstante, el marcador fue peor … nos va más mal en el este asunto de la red vial que la goleada que se llevó la Selección.

Don Rodolfo Méndez envió una jugosa ponencia (no pudo retornar al país a tiempo para la actividad), don Rodolfo Silva hizo gala de su conocimiento y don Eduardo Brenes se lució presentando el plan del PRUGRAM.

Sin embargo, las conclusiones son terribles: no hay planificación, se ha perdido la cultura de ejecución, hay que invertir mucho más de lo que ahora se invierte (al menos 333 millones de dólares más por año, durante más de diez años, para apenas empatar), fue fatal que los ministros de Hacienda regatearan los dineros que por ley eran para carreteras, en el ámbito municipal la cosa está mejor, con la estructura actual del MOPT no vamos para ninguna parte, cuando se hace algo hay mil reparos legales y morales que hacer.

La impresión es que todos quienes creíamos que al otro lado había alguien pensando y programando, con un plan para enfrentar el asunto, estábamos muy equivocados. La platina no es más que un ejemplo …

Quizás lo más trágico es que aún no se ha empezado a pensar en una solución integral. Hay algunos esfuerzos del CONAVI y un plan del PRUGRAM, pero es obvio que del dicho al hecho media gran trecho.

La pura verdad es que después de oír a los expositores y a alguna gente del público que aprovechó la actividad y apertura para aportar información, no nos importó el resultado del partido de la Sele.

Mucho más importante es tomar conciencia de cómo están las cosas públicas, de cómo se gasta el presupuesto nacional, de cuánto daño han hecho algunos a nuestro país y de cuán necesitado está de acciones directas, claras, pensadas y bien planeadas.

Insisto en que cada pueblo tiene el gobierno que se merece. Especifico más: cada pueblo tiene las acciones u omisiones públicas que se merece. Porque nos hacemos los indiferentes ante las cosas serias, ignoramos las llamadas de atención, votamos por quienes hacen lo que no deben y nos aburren las personas que toman los temas públicos con sistema y honestidad.
Asimismo, porque no prestamos atención al mal manejo de los dineros públicos, a la falta de sistema de la administración pública y nos dejamos seducir por los cantos de sirenas.

1 comentario:

Sejo dijo...

No creo que cada pueblo tenga los gobernantes que se merece!!! Nosotros no nos merecemos los últimos que hemos (o no hemos) tenído... sí, los hemos elegido, pero como quien elige un champú o una marca de carro, a partir de una campaña publicitaria que juega (manipula) a las personas. Cierto tipo de tiranía, creo yo, y no de democracia... pero bueno, espero que algún día despertemos... Gracias por ayudar a hacer conciencia en este campo