miércoles, 5 de noviembre de 2008

ENTENDER LO QUE PASA ...

Perspectiva
Columna de los miércoles en La Prensa Libre

Por Federico Malavassi
Hay gente que se retrata con lo que dice y maldice. Se deja ver de cuerpo entero. Algunos relucen como ignorantes y otros dejan ver sus colmillos y hasta su mala fe.

No estoy refiriéndome al triste tema del estadio nacional. El tiempo irá revelando muchas cosas y tal vez esta vez no sepulte las responsabilidades.

Me refiero a la crisis que se ha desatado en algunos mercados financieros y sus causas.
Algunos atacan el mercado, otros al liberalismo (y al neoliberalismo), otros al capitalismo. Hay sobrado curas y renegados. De algunos no es de extrañar, desde que cayó la URSS se han quedado sin ídolos y como el Mefistófeles del Fausto atacan para todos lados.

Sin embargo, es menester que las cosas se vayan aclarando.

Resulta que los mercados financieros que han entrado en crisis no estaban funcionando de modo libre. Había regulaciones y condiciones trucadas.
Cualquiera con tres dedos de frente entenderá, entonces, que no se pueden sonar las trompetas contra la economía de mercado ni contra la libertad, si existen regulaciones y condiciones que llevaron a estos mercados a entrar en crisis.

Es un tema que debería preocupar a quienes presumen de sus valores éticos y de su apego a la verdad. A los demás es obvio que no les preocupará la verdad, la ética ni la razón.

¿Cuál es la intención del mentiroso? Algunos son dogmáticos y no pueden aceptar que los hechos superen su estrecha mente. Otros tienen evidentes posiciones políticas y a través de mentiras quieren llevar agua a sus molinos.

Duele, eso sí, que algunos se ocupen de la enseñanza y otros de la religión (algunos están a medias). Ello por cuanto podrán torcer a unos cuantos, camuflándoles su pobre opinión como verdad académica, como verdad moral o como verdad religiosa.

Por eso no hay que persignarse ante hornos, bombetas ni falsos curas. No todo lo que brilla es oro.

Hay que recordar que la alternativa a la libertad ha fracasado reiteradamente, ha traído dolor, estafa, pobreza, muerte y peores crisis.

Asimismo, solo alguien muy limitado asimilaría la economía de los EEUU a una economía libre. Tal vez sea más libre que muchas pero no es una economía libre, ni allí funciona la plena competencia, ni allí hay ausencia de regulaciones. Por ello no hay que confundirse.

Es realmente curioso e interesante que mientras la gente que responsable está acumulando datos para entender lo que pasa, en cambio los charlatanes se apresuran a sacar falsas conclusiones y a engañar a la gente con sus dogmas.

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