miércoles, 26 de noviembre de 2008

ACLARACIONES SOBRE LA SALA CUARTA

Perspectiva
Columna de los miércoles en La Prensa Libre
Por Federico Malavassi

Me han pedido extenderme sobre las críticas vertidas respecto de algunas salidas de la Sala Constitucional.

Reitero mi profunda esperanza en la labor de este órgano de justicia constitucional. En mi criterio, la introducción de la Sala Constitucional a la realidad nacional, en 1989, fue tan importante como la caída del muro de Berlín, acaecida ese mismo año.

Durante el diseño de la ley respectiva, se realizaba en la UACA el primer (creo que el único) Seminario de Derecho Público, presidido por don Rodolfo Piza Escalante (q.d.D.g.). Los profesores y asistentes al seminario tuvimos la oportunidad de sugerir y analizar las instituciones que se incorporarían a tal novedad jurídica. Don Rodolfo formaba parte de la comisión nacional que se había creado para enfrentar un problema serio (respecto de corrupción en el Poder Judicial) que se había develado al investigarse el narcotráfico en la Asamblea Legislativa.

Durante muchos años, en las pruebas de grado de la UACA, era pregunta obligatoria enumerar las novedades en la justicia constitucional. En cada convocatoria los estudiantes proponían más cosas.

Sin embargo, parece que se perdió el impulso inicial. ¿Habrá fatiga de cambio?

Porque al principio fue tal la potencia y derrotero de las resoluciones iniciales, que me atrevía a proponer la tesis de que la reforma estructural en Costa Rica se hacía por anulación. La Sala Constitucional hacía más por rescatar derechos y desintoxicar a nuestra sociedad que la Asamblea Legislativa.

Hoy no puedo decir lo mismo. La desconcertante existencia de una doble Sala, la inexplicable suerte de la rifa de los suplentes, la seguridad con que palacio afirma saber qué va a hacer la Sala y las resoluciones sobre el Estadio Nacional y la última ley (propiedad intelectual) del TLC me dejan asombrado.

La doctrina define la jurisprudencia como una fuente de Derecho no escrita (no hay que confundirla con la sentencia). Se dice que es la doctrina que se deriva de los fallos reiterados. La pregunta es si de nuestra importante Sala Cuarta emana jurisprudencia. ¿Por qué? Porque algunas veces no aparece la “reiteración” de los fallos. Aparecen fallos encontrados, sin común denominador, sin posibilidad de sistematizarse.


Reitero, por dramático, el tema de las filas para cirugías. Cada vez que alguien recurre a la Sala para que su operación se realice más pronto, la Sala termina mandando al final de la fila a algún pobre que no tiene abogado que lo defienda. Pero el tema es infinito, cada vez que la Sala receta medicinas afecta un presupuesto y la cobija deja sin cubrir al pobre del otro lado. Si entramos a los temas de conexiones de agua y asfaltado de calles (temas asumidos por la Sala), terminaremos pensando que mejor es darle el presupuesto a la Sala y que ella lo asigne y asuma las responsabilidades. Habrá que seguir …

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