jueves, 31 de enero de 2008

SUPERÁVIT Y MALAS NOTICIAS: NO HAY QUE DEJARSE

Perspectiva
Columna de los miércoles en La Prensa Libre
Por Federico Malavassi

No se ha disfrutado todavía el anuncio del superávit fiscal (el primero en muchísimos años) y ya aparecen las malas noticias. Unos abriéndole campo a un nuevo paquete tributario y otros entregándose incondicionalmente a tan mala práctica.

Es hora de que todos sepamos lo que pasa con nuestro Estado y es el momento de hacer auditorías, revisar los gastos, cuestionar los gastos y perfilar acciones más eficientes.
¿Para qué queremos el Estado? ¿Qué esperamos de él?

Todo gasto público debe estar sujeto a la auditoría ciudadana. Eso significa saber qué se hace con el dinero de todos y si el resultado es bueno. Asimismo, si el precio es correcto (o sea, si se puede hacer mejor o más barato). Se trata de saber qué pasa con los recursos públicos.

Y no hay que tragar cuento.

Hay que recordar las equivocadas profecías de don Abel Pacheco y sus seguidores. Además de la fracción del PUSC, animaba el aumento de impuestos de modo rabioso el PLN y un buen grupo de diputados de otros partidos (incluyendo al PAC y algunos desertores). Cual pitonisas, clamaban por impuestos anunciando el colapso de la maquinaria pública. Inventaron nuevos jinetes del Apocalipsis, anunciaron la tragedia social, la postración absoluta y la caída de las instituciones. Usaron las cadenas públicas para insultar, difamar y ofender, engañar y mentir.

Nosotros insistíamos en que había que mejorar la recaudación, eliminar la corrupción, hacer eficiente el Estado y concentrarlo en las labores centrales.

Al final, hicieron trampa para aprobar el paquetón tributario. La Sala anuló el trámite torticero y el tiempo nos ha dado la razón por todos los costados. El trámite fue malo y tramposo, violaron los derechos de los diputados que nos oponíamos a la expoliación.

Pero, además, hoy hay superávit fiscal. O sea, no hacía falta aumentar la carga tributaria a los costarricenses. Dicho de otro modo, ¡no perdimos una! Ganamos en el fondo y en la forma. Don Abel no cumplió con lo que ofreció, faltó a su promesa. Los directores del debate legislativo se exhibieron y quedó claro que violaron la Constitución Política.

Si antes no había razón para poner más impuestos, menos la hay ahora, cuando se ha demostrado que había que mejorar la recaudación y se da el indiscutible superávit fiscal. Contra los hechos no caben argumentos.

Aún no han venido todas las otras mejoras necesarias (eficiencia, auditoría, eliminación de la corrupción y combate al gasto superfluo). Además, el Estado costarricense parece no concentrarse en lo necesario: justicia, seguridad, orden, servicios públicos elementales y la construcción de infraestructura pública que hemos pagado varias veces sin recibirla.

Algunos sufren estatolatría, otros olvidan que la libertad es impulso y creación, unos creen que el Estado es mejor que la sociedad y no faltan quienes se hacen los tontos con la corrupción.

No podemos aceptar darle más dinero a un Estado como el nuestro. El superávit nos ha dado la razón. Menos impuestos significan más libertad.

1 comentario:

La ASOJOD dijo...

Amigos y amigas: ya está lista la segunda respuesta a Iván el Terrible, titulada "La pretensión de conocimiento: la doxa de un filósofo convertido en economista". Pueden verla en www.asojodcr.blogspot.com