miércoles, 9 de septiembre de 2009

SACAR A DIOS … ¿SERÁ LA SOLUCIÓN?

Perspectiva
Columna de los miércoles en La Prensa Libre

Por Federico Malavassi

Soy liberal y lo digo claramente. También tengo muy claro que no es a punta de leyes que la gente llegará al cielo o que se salvarán las almas.

Tengo más claro aún que no es atacando a Dios y a la Iglesia que se construirá una buena sociedad. Ningún occidental puede negar la labor de la Iglesia en la lucha por la libertad y la dignidad humana. La civilización nuestra también es llamada Cultura Occidental Cristiana.

Nuestra historia patria está ligada a la Iglesia (principios, educación, tradiciones). La relación es más profunda de lo que aparenta: el obispo de la provincia eclesiástica de San Jorge dio el primer fondo para establecer la Casa de Enseñanza de Santo Tomás y el Hospital San Juan de Dios, las garantías sociales se inspiraron en la doctrina social de la Iglesia, de ellas deriva el concepto de familia que el Estado ha de promocionar, de ellas se deduce el tipo de relación laboral que el Estado favorece y en el prefacio de la Constitución hay una referencia básica a Dios que tiene múltiples consecuencias (de milagro no han pensado en eliminarla).

El constituyente intentó conciliar tal tradición histórica con la libertad de cultos y ello originó el artículo 75 de la Constitución.

Nuestro Ordenamiento Jurídico no persigue a nadie por su religión, no irrespeta derechos humanos por tal motivo y no promueve discriminación al respecto.

Es cierto que los aportes presupuestarios que el Estado hace a la Iglesia Católica son discutibles y de hecho critico algunos de ellos. Pero también es innegable el aporte de la Iglesia a la sociedad (desde las religiosas que han atendido los enfermos, hasta los sacerdotes que registran actos del Registro Civil).

Me pregunto yo ¿con la reforma para sacar a Dios de la Constitución, se arreglan nuestros problemas? Y quiero insistir más en eso. ¿Es que la mención de Dios en el juramento constitucional hace que la gente diga mentira y que quitando tal mención empezarán a decir la verdad?

Menuda contribución ha hecho la facultad de teología de la Universidad pública. ¿Es para eso que le asignamos tanto presupuesto? O sea, ¿la gran contribución de la Facultad de Ciencias Ecuménicas de la Religión es sacar a Dios de la Constitución?

No puedo creer que la reforma para sacar a Dios tenga algún motivo de prioridad en la labor legislativa. Ha de ser una ocurrencia (¿como las condonaciones?).

¿Sacando a Dios favorecemos el crecimiento de la economía, la justicia, el fomento de las exportaciones, la limitación de la delincuencia y la eficiencia pública?
Hay diputados que no fomentan la ley de libertad de expresión, pero si quieren dejarnos sin Dios.

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